Si entendemos el espacio-tiempo como una dimensión indivisible, y decimos que el tiempo no existe, entonces, el espacio tampoco existe?
Quiero decir que si el tiempo es producto de la percepción, el espacio también lo es. La percepción nos invita al mismo tiempo que nos limita la idea de paisaje.
Entonces, cuando hablo de paisaje, es en un sentido amplio, que incluye las percepciones internas y externas, no necesariamente lo visible.
Paisaje como contexto espacio-temporal, se vuelve una representación topográfica vinculada al recuerdo, sensible, visual, afectivo, sintetizada internamente en una coordenada espacio temporal determinada.
La mayor parte del tiempo experimentamos paisajes en la mente. Tenemos la idea de un paisaje, la imagen de un paisaje, el recuerdo de un paisaje. Así, el paisaje se ha vuelto algo abstracto.
Habitamos muchas dimensiones lineales y no lineales.
El paisaje atraviesa dimensiones físicas, emocionales, mentales y psíquicas, licuando el espacio y el tiempo.
Mis pinturas son fragmentos de paisajes que solo existen en esa dimensión fuera del espacio y el tiempo.
Construidos a través de capas transparentes superpuestas, se van generando las diferentes texturas, las diferentes densidades, los diferentes colores.
Mis paisajes tienen una ausencia de descripción realista, pero generan la sensación de estar ante algo que es familiar, algo que anima al espectador a personalizar estos lugares a través de un instinto primordial de reconocer y pertenecer.
Serie I
La infinitud horizontal, por Ángel Alonso >>>
Serie II
Serie III
Trabajo en capas, transparentes u opacas, para a traves de cada una, ir generando y descubriendo las texturas que conforman un clima determinado, con diferentes niveles de lectura en cada pintura.
Metales
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