Luego de borrar (desdibujar) el sujeto tras los objetos, es casi lógico el paso siguiente: la producción de objetos-humanos, de “sujetos-deshumanizados” producidos según las necesidades del mercado, o a gusto del consumidor. Y por aquí surgen algunas cuestiones de la identidad frente a la posibilidad de la manipulación genética y la clonación: como serían los conceptos de filiación. Quienes serían los padres. Seríamos todos hermanos? Donde se ubicaría el incesto? Se borrarían las estructuras tradicionales?
Barcelona, 2002
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